El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación

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Es un libro perteneciente al genero Romántico, escrito por la autora Kirsty Moseley y distribuido por la editorial Samashwords en 2012. Con criticas que apuntan a extremos distintos, ha venido ganando renombre gracias a las lectoras entusiastas que hacen parte del extremo "Bueno" de los dos bandos. Si bien la historia promete con una trama interesante el desarrollo superficial de la misma la convierte en algo predecible y repetitiva, es allí a donde van a parar las lectoras detractoras de la historia; en el extremo "No tan bueno".

En opinión personal, lo recomiendo, me gustó y aunque admito que la historia pudo haber dado mucho más, quedé conforme con el resultado y morí mil veces en cierta parte de la trama. La historia está contada desde el punto de vista de Amber Walker y Liam James (alternando). 

Estrellas: Tres de cinco.











                                                                                      SINOPSIS 

Amber Walker y su hermano mayor, Jake, tienen un padre abusivo. Una noche, el mejor amigo de su hermano, Liam, la ve llorando y trepa por su ventana para confortarla. Aquella acción desata una relación de amor/odio que se extiende por los próximos ocho años.
Liam ahora es un seguro y coqueto jugador que nunca antes ha tenido una novia. Amber todavía está emocionalmente temerosa por el abuso que ha sufrido a manos de su padre. Juntos, hacen una pareja improbable.
Su relación siempre ha sido incierta pero, ¿qué sucede cuando Amber empieza a ver al mejor amigo de su hermano un poco diferente? ¿Y cómo su hermano, que siempre ha sido un poco sobreprotector, reaccionará cuando se dé cuenta que el par se está acercando más? Descúbrelo en El Chico Que se Escabulle en la Ventana de Mi Habitación.



                                                           


       FRAGMENTO

"Er.... gracias por esto, Ángel, pero no me gusta el Coco Pops —dijo, moviendo su nariz hacia el recipiente.Le fruncí el ceño, confundida. Siempre estaba comiendo mi cereal. Cada día tenía un plato de Coco Pops.—Claro que sí, te lo comes todos los días —me miró como si hubiera perdido la cabeza; ¿pensaba que era estúpida o algo así? Se echó a reír y sacudió la cabeza.—No, no lo hago. Hago un plato cada día y pretendo comerlo, antes de que vengas y me lo arrebates —dijo con una sonrisa sexy y ojos divertidos.— ¿Por qué diablos harías un plato y pretender comerlo? ¿Te gusta hacerme enojar? —le pregunté, molesta.—No, Ángel. Me gusta hacerte el desayuno —dijo simplemente"

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